lunes, 29 de abril de 2013

Colza y campos amarillos en flor


En esta época, vemos muchos campos amarillos en flor que destacan del resto de cultivos, la mayoría de cereal que están comenzado el espigado. Se trata de colza. La colza es de la familia de las brasicáceas, y lo más característico es su flor amarilla.

Brassica napus, planta anual de invierno, de raíz tuberosa y pivotante. Su tallo llega a unos 1,5 metros y se ramifica en mayor grado con la altura. La flor tiene forma de panícula, unas 20 a 60 flores por racimo, de color amarillo intenso característico. Las semillas tienen de 1 a 2 mm y son de color marrón oscuro casi negro.

Los estados fenológicos más típicos, según Weber y Bleiholder 1990, se resumen en cotiledones, aparición de dos y tres hojas, aparición de sucesivas hojas y botones florales verdes visibles desde arriba en el tallo principal.


Su aprovechamiento es diverso, tradicionalmente como aceite de colza para uso humano, siendo laxante, antiescorbútico y utilizado para combatir artitris. Tras el problema del aceite de colza se utiliza fundamentalmente para fabricación de biodiésel, de cuyo subproducto se reutiliza para alimentación animal.

La composición de la semilla es un 50% grasa, 20% proteína, 7% fibra, 20% extractos no nitrogenados y el resto cenizas.

En cuanto a las exigencias de cultivo, no aguanta bien temperaturas menores de 2º C, hasta que no está en estado de roseta, después de aparecer todas las horas y varios entrenudos (en la imagen superior, estaría entre el 18 y el 32). Una vez aparece la roseta, aguanta hasta -15º C. Lo ideal es sembrar en otoño, para que en las heladas fuertes haya alcanzado este estado. Las extracciones de nitrógeno, fósforo y potasio, son 60, 35 y 35 Ud, respectivamente.

Las plagas que afectan son varios tipos de gorgojo y pulguilla. En cuanto a enfermedades están relacionadas con hongos la mayoría, solamente en ambientes muy húmedos.

Es una buena opción de cultivo, que se da en toda la geografía española. Las labores de cultivo son las clásicas de cualquier cereal de invierno, comportándose mucho mejor la siembra sobre barbecho, y muy poco aceptable si se repite cultivo, siendo esta su única limitación.

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